Ahora o nunca…
Esa debería ser la premisa con la que nos levantemos todos los días los jóvenes a los que nos apasiona la política y pretendamos cambiar las cosas.
Ahora o nunca tenemos que decir basta:
Basta a un Tribunal Constitucional vendido a los partidos políticos, partidos que se “comen con patatas” aquello de la separación de poderes y que nombran a dedo tanto a los integrantes del Consejo General del Poder Judicial, como al Fiscal General del Estado con las garantías de independencia y profesionalidad que ello conlleva (nótese la ironía) la única garantía es la de no morder la mano que les da de comer.
Basta a la falta de transparencia, ética e integridad de bastantes de nuestros políticos:
PSOE (“EREs” en Andalucía con 1400 millones de euros de fraude según la fiscalía, que de confirmarse sería el expolio más grande de caudales públicos de la historia no solo de España sino de Europa. “Caso Campeón” que incluye de regalo un ex ministro de fomento, concesiones a dedo y dinero negro. “Caso Amy Martin” fundación financiada con dinero público y que incluyendo suplantación de personalidad de la esposa de uno de sus responsables se ha llevado más de 60.000 euros calentitos a casa a razón de 3000 euros por artículo.)
PP (“Caso Gürtel” concesión de eventos a “amigos del alma” y regalos variados por los que “nos queremos todos un huevo” y cuando nos despertamos estamos en calzoncillos y pidiendo en un portal, Bárcenas y la golfada de sus 22 millones de euros en Suiza y los presuntos sobres que al parecer no llevaban dentro entradas para el teatro precisamente)
CiU (Inmersos de lleno en una vorágine secesionista que lleva implícita la exigencia de sacrificio a los ciudadanos mientras se pide dinero al estado, pero no para abrir los quirófanos y las urgencias cerradas sino para seguir manteniendo la costosa política lingüística y sus “fructíferas” embajadas en el extranjero… en este panorama descubrimos sedes embargadas, financiaciones ilegales, asombroso incremento del patrimonio de los Pujol y enfermizos pactos con la fiscalía, donde todos terminamos siendo hermanos, todo es “cachi” y vivimos en el “mundo de la piruleta”)
Así podría seguir con el caso Nóos y el fulano de Urdangarin, con Izquierda Unida, y el saqueo de supermercados y ocupaciones de fincas por parte de sus diputados (diputados que cobraron dos sueldos durante un año sin darse cuenta, ya ven que cosas… comprendiendo el sufrimiento del pueblo, si señor) Sindicatos de clase, pero de clase alta, con desvió de subvenciones para mariscadas, Rolex, y sueldos que doblan al del presidente del Gobierno, todo ello para terminal aplicando la reforma laboral (no es obligada) por la que se manifiestan a los empleados de sus propias sedes sindicales. Y así podría seguir, no sin entrarme una mala leche de las que le “arreglan” a uno el día.
Ahora o nunca debemos reclamar un nuevo modelo de gestión para un estado que ha quedado obsoleto y que debe obedecer a criterios prácticos y eficientes.
No podemos mantener 17 “mini estados” con su parlamentos, fundaciones, estructuras variadas, defensores del pueblo, competencias solapadas, etc. Debemos reclamar un estado regionalista pero eficiente, Francia es un buen ejemplo.
No debemos ni podemos (ha quedado demostrado) mantener estructuras inoperantes e ineficientes como el Senado (la representación territorial puede integrarse en el congreso perfectamente) y como organismo de control al mismo no tiene competencia alguna por lo que si inutilidad es manifiesta.
Las diputaciones deben mantenerse para coordinar a los ayuntamientos y dotar de recursos, inversiones e infraestructuras a las entidades locales más pequeñas, pero ¿que sentido tienen los diputados provinciales? A mi entender un equipo político que dirija la diputación y una estructura funcionarial solida y solvente es más que suficiente. Si las diputaciones funcionan correctamente no tienen cabida las mancomunidades (por suerte van a ser suprimidas próximamente)
Todas estas estructuras no son necesarias, nuestra administración mastodóntica es una maquina de “comerse” el dinero de los contribuyentes y sin ninguna necesidad. Alemania con el doble de habitantes que España tiene una estructura política la mitad de grande que la nuestra, y al parecer no funciona tan mal.
Que es necesario reformar la Constitución, bien, pues se reforma, la coyuntura, necesidades y circunstancias mandan.
Lo que no es de recibo es hablar de reducción de políticos pasando por la eliminación del 30% de los concejales y la rebaja salarial de los mismos, cuando el 80% no cobran, no está bien tomar esta medida sin “meterle mano” al Senado Diputaciones, Parlamentos Autonómicos etc. El concejal es el que no acude a su puesto únicamente a votar o a alguna comisión puntual (diputados y senadores) sino que trabajan en la gestión diaria del municipio, tanto en el despacho como a pie de calle, no tiene horarios y es al que normalmente “colorean la cara” sus vecinos con problemas que les afectan directamente.
Ahora o nunca debemos hablar alto y claro, debemos decir que existen políticos honrados, políticos transparentes que hacen bien su trabajo (un claro ejemplo lo encontramos en nuestro municipio con el reciente reconocimiento de encontrarnos a la cabeza de los ayuntamientos más transparentes de España otorgado por la agencia Transparencia Internacional) Ahora o nunca debemos reivindicar que los jóvenes implicados en política queremos cambiar las cosas, y que las cosas se cambian desde dentro, con ilusión trabajo y huyendo de comulgar con ruedas de molino siempre que estas se alejen del interés general.
Ahora o nunca es el momento de la REGENERACIÓN.
Ignacio Carratalà Belloch
















María Dolores Marco
Tienes toda la razón.Ya está.bien de tanta autonomía,sólo un gobierno centralizado