Carta al señor Puig
Poco tiempo ha tardado el nuevo Secretario General de los socialistas valencianos en demostrar públicamente que el Partido Socialista no tiene que ofrecer nada a los jóvenes más que paro, miseria y frustración. Ha sido en el Congreso de Joves Socialistes del País Valencià, ese territorio que sólo existe en sus mentes y en la de algunos otros que, reniegan de la Comunitat Valenciana.
El señor Ximo Puig no ha tenido otra ocurrencia que decir “no se puede ser de derechas y joven” ya que la juventud “no puede resignarse ante la situación actual, con un Gobierno que quiere volver a los que es el ADN de la derecha, la desigualdad”.
Lo ha dicho sin temblarle el pulso y sin recordar que tras siete años de Gobierno del Partido Socialista, casi un 50% de los jóvenes están en paro, que miles de jóvenes han tenido que emigrar a otros países para poder trabajar, sin recordar que quien más desigualdad ha creado entre los jóvenes ha sido el Partido Socialista y quienes peor lo han pasado y lo están pasando es justamente los jóvenes hijos de trabajadores en paro.
No contento con esto, Puig ha continuado señalando que “el PP hace todo lo posible para intentar evitar que todos seamos iguales ante la educación y evitar que los hijos de los trabajadores tengan acceso a la universidad con el aumento de tasas”.
No puede estar más lejos de la realidad este señor al afirmar esto una semana después de que el Presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, anunciara el incremento de las becas de estudio para universitarios que, aumentará el próximo curso de los 2 millones de euros a 16,5 millones de euros. Un incremento de becas en un 800%.
Como siempre he observado, desde el PSOE intentan aborregar a los jóvenes con “rebelarse” y plantar cara al PP -que debe ser el “coco”- en las calles. Han sido los socialistas los que han dejado a ésta generación de jóvenes sin futuro, en la estacada y viviendo peor que la generación anterior, pero no se cortan y acusan a los que están intentando poner coto a la miseria que ellos han dejado, de ser los malos de la película.
Le diría al señor Puig que lo que no se puede ser es ser socialista y sufrir de amnesia, dejar a una generación de jóvenes sin futuro y ahora pedirles que se indignen contra el Gobierno que sí está trabajando para cambiar esa situación. No se puede pertenecer al Partido Socialista que ha dejado la sanidad y la educación pública en quiebra y ahora acusar de destrozarla al Gobierno que está intentando hacer sostenibles los servicios públicos que ellos han arruinado.
No señor Puig, los jóvenes no somos tontos, hay una mayoría de jóvenes que se resisten al aborregamiento, a la falsa progresía, al falso ecologismo, a vivir subvencionados de por vida, a pasar de curso sin merecerlo.
Hay una mayoría de jóvenes que apuestan por la educación en el esfuerzo, que quieren aprender y no quieren ser manipulados en las aulas, hay una mayoría de jóvenes indignados con la situación actual y que en vez de acampar y quemar contenedores, votan democráticamente para cambiar la situación en que nos ha dejado el gobierno que apoyaba el señor Puig.
Hay una mayoría de jóvenes, la generación mejor preparada cuya aspiración no es la de vivir bajo el amparo y las subvenciones del Gobierno sino la de ser emprendedores, formarse, mejorar y tener un futuro en el que poder desarrollarse profesionalmente.
Hay una mayoría de jóvenes que ya nadie puede manipular, señor Puig no se esfuerce que no hay nada que hacer. Hay una mayoría de jóvenes que han sufrido y sufren lo peor de la crisis, que en la etapa de sus vidas con más vitalidad han visto truncadas sus esperanzas. Que han visto a un gobierno socialista incapaz de hacer nada por ellos durante estos años, que han visto y todavía ven tras las palabras del señor Puig, que el Partido Socialista solo ofrece a esta generación de jóvenes: indignarse y ocupar plazas. A esos jóvenes ya no los puede convencer de nada.
Esos jóvenes han tomado la palabra y han votado mayoritariamente al Partido Popular. Jóvenes que tienen la esperanza que éste Gobierno genere las oportunidades que el anterior no les ofreció y que tan solo es cuestión de tiempo para que veamos los resultados. Medidas, como estamos viendo, se están tomando todas las semanas, para poner orden dónde el PSOE había dejado ruina.
Señor Puig, su discurso a los jóvenes podría funcionar en el pasado pero no en el presente, los jóvenes no quieren una palestina y una pancarta sino trabajar, un futuro en el que realizarse y disfrutar de la vida que para eso son jóvenes.