Jóvenes y política
Que la imagen de la política actual se encuentra muy alejada de la visión que se tenia de la misma durante la transición no es ninguna novedad, y que la implicación de los jóvenes en la misma es escasa, tampoco. En circunstancia como las actuales, donde se percibe a la clase política como parte del problema y no de la solución, es momento de hacer una profunda reflexión sobre el desapego general de la sociedad y en particular de gran parte de los jóvenes de nuestro país.
Es normal que la implicación de los jóvenes en los asuntos públicos sea escasa si la percepción que se tiene de los políticos es que buscan antes sus propios intereses o los de su partido que el bien de los ciudadanos. Nunca haremos atractiva esta implicación si observamos prebendas, redes clientelares y tolerancia de los partidos con actitudes muy alejadas de la ejemplaridad que se le debe exigir a un cargo público.
Para empezar a cambiar esta imagen (en ocasiones no tan alejada de la realidad) no es necesario embarcarnos en grandes proyectos reformistas, ni promover un hipotético “reset” de los grandes partidos, sino que debemos ser los jóvenes implicados en política los que conociendo mejor que nadie las inquietudes de nuestro grupo de iguales, debemos promover los cambios de abajo hacia arriba, de forma que lo que construyamos se asiente sobre una base firme de nuevas ideas, propuestas “frescas” y actitudes REALISTAS. Para ello será fundamental relacionarnos con el conjunto de la sociedad, y con distintos grupos de jóvenes con inquietudes diversas, ya que si únicamente limitamos nuestros círculos sociales dentro de los partidos políticos nos alejaremos irremediablemente de la realidad social y del sentir de “la calle”
No debemos perseguir utopías ni dar una imagen de rebeldes sin causa, pero es necesaria una actualización del discurso político por parte de los jóvenes españoles, introducir nuevas y mas actuales ideas, debemos evitar actitudes que coarten el espíritu joven y reivindicativo tan necesario en la política actual, somos la generación mas preparada de la historia y eso es algo que debe reflejarse en la política, si “jugamos con suplentes” nunca podremos dar la imagen de solvencia, preparación y confianza que se nos demanda.
Los mejores deben estar en la gestión de lo público ya que la misma nos afecta todos por igual, los mas preparados y los que mayores garantías de éxito nos proporcionen, es tiempo abogar por perfiles técnicos “a la italiana” buenos profesionales con expectativas también fuera de la política, de forma que esta no se convierta ni en una profesión ni en un modo de vida, simple y llanamente en vocación de servicio público. Se trata de acércanos a la imagen política del Ágora de la Grecia clásica y alejarla de la visión actual.
Simplemente hablo de recuperar el espíritu de la transición, de recuperar la ilusión por la política. Todavía no es demasiado tarde.
Nacho Carratalá