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La DANA de 2024 destruye el albergue infantil de Jesús Ros, nunca inaugurado en la Lloma de Birlet

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Una obra fallida y millones perdidos: el albergue infantil de Torrent que proyectó Jesús Ros en zona inundable como denunció el PP durante años, queda arrasado por la DANA

Torrent invirtió 187.739,48€, perdiendo 573.881,6€ de fondos europeos en un edificio que ahora ha quedado dentro del barranco tras el paso de la DANA

Entre las graves consecuencias de la fuerte barrancada ocurrida el 29 de octubre de 2024 en Torrent, cabe destacar también que la DANA arrasó el edificio municipal situado en la Lloma de Birlet, dentro del barranc de l’Horteta. Este inmueble, proyectado en 2001 por el entonces alcalde Jesús Ros y construido por el PSOE en 2006, estaba destinado a acoger un albergue infantil con capacidad para 50 menores. Sin embargo, nunca llegó a inaugurarse y ha permanecido abandonado durante varias décadas.

Como consecuencia de la barrancada, la corriente ha socavado los cimientos del edificio, dejando parte de la estructura al aire y generando un riesgo inminente de derrumbe sobre el barranco. Además, la potencia del agua ha entrado en las instalaciones municipales, destruyendo paredes, tabiques y llenando de agua la planta baja y hasta el primer piso. El lodo y los escombros acumulados han dejado el edificio en una situación bastante compleja.

El concejal de Medio Ambiente de Torrent, José Francisco Gozalvo, ha manifestado que esta catástrofe confirma las advertencias que el Partido Popular realizó desde el inicio del proyecto. “Al edificio de la Lloma de Birlet le ha ocurrido en 2024 lo que desde el Partido Popular denunciamos desde que se proyectó en 2001: que era un peligro crear un albergue para niños dentro del barranco y en una zona inundable, y por eso paralizamos su construcción en 2007”, ha declarado. Según Gozalvo, la falta de sentido común por parte del PSOE y su alcalde Jesús Ros, en aquel entonces ha desembocado en una situación que podía haberse evitado si se hubiera actuado con responsabilidad.

Un proyecto con polémica desde su origen

El centro, promovido por el gobierno socialista de Jesús Ros, justificaba su ubicación en el BIM de enero de 2002 con argumentos como la facilidad de acceso en vehículo o autobús, la superficie de 1.843 m² y la existencia de piscina, campo de deportes y zonas de cultivo. El presupuesto de la obra ascendía a 717.352 euros, de los cuales el 80% serían financiados con fondos europeos, mientras que el Ayuntamiento de Torrent aportó 187.739,48 euros hasta 2006.

No obstante, la obra no se completó en el plazo estipulado, lo que llevó a la pérdida de la subvención europea de 573.881,60 euros. La falta de planificación y la ineficacia en la ejecución del proyecto provocaron que esta importante inversión se diluyera, costando casi 200.000 euros a los torrentinos.

La construcción fue finalmente paralizada en 2007, tras la llegada del PP a la alcaldía. Según Gozalvo, quien ya era concejal de Medio Ambiente en aquel momento, las razones fueron claras: el edificio se encontraba en zona inundable, alteraba el entorno natural, la parcela era demasiado pequeña para el proyecto planteado y carecía de agua potable. Además, los accesos eran inadecuados, con un único camino estrecho que dificultaba la circulación de vehículos y autobuses. La paralización del proyecto supuso la renuncia definitiva a la subvención europea, lo que generó aún más críticas hacia la gestión socialista de aquel entonces.

Un edificio abandonado y criticado

Desde su paralización, la estructura ha sido objeto de críticas y controversia. En 2013, la Generalitat Valenciana declaró la Serra Perenxisa como “Microrreserva de flora” y en 2014 se creó el Sendero del Reg Mil·lenari del Barranc de l’Horteta, lo que puso aún más en evidencia la presencia del edificio abandonado, para los senderistas que recorrían el barranc de l’Horteta. Durante el gobierno del PP, se abrió un proceso participativo para decidir su destino, pero no se encontraron propuestas viables. Gozalvo recuerda que “había unanimidad en que este edificio rompía con el paisaje”.

En 2015, con el regreso de Jesús Ros a la alcaldía, el edificio continuó en estado de abandono y fue víctima del vandalismo, denunciado en diversas ocasiones por los grupos políticos de la oposición, entonces. En abril de 2022, la actual alcaldesa Amparo Folgado, entonces portavoz del PP en la oposición, visitó las instalaciones y denunció que la planta baja estaba completamente inundada, calificando la construcción de “búnker militar de hormigón en plena naturaleza” y de “despropósito del Sr. Ros y del PSOE”. Las imágenes de la visita mostraron un edificio en estado de ruina, con la planta baja inundada, con paredes rotas, puertas al complejo inexistentes y una acumulación de suciedad que evidenciaba el deterioro progresivo de la estructura.

José Francisco Gozalvo, en 2022, ya alertaba de los peligros del edificio: “¿Qué hubiera pasado si el barranc de l’Horteta inunda el edificio con 50 menores albergados en su interior? Es un despropósito de obra”. La devastación causada por la DANA en 2024 ha confirmado estos temores, dejando la edificación en un estado de ruina, con peligro de colapso, algo que tendrán que decidir los técnicos. “Este desastre era previsible y podría haberse evitado si se hubiera escuchado a los expertos y no se hubieran tomado decisiones irresponsables por parte del Sr. Ros y el PSOE que se empeñó en construir en esa parcela”, ha añadido Gozalvo.

Un futuro incierto y costoso para Torrent

Ante la situación actual, el Ayuntamiento de Torrent deberá decidir el futuro del edificio. Gozalvo ha reconocido que la demolición puede ser la única opción viable. “Lamentablemente, como hemos estado denunciando durante 24 años, este edificio proyectado y construido por el PSOE se encontraba en una zona inundable, era un peligro para albergar a 50 niños y ahora está en una situación de ruina. Seguramente va a tocar demolerlo, lo que seguirá costando dinero a los torrentinos y torrentinas”, ha afirmado.

El Ayuntamiento está a la espera de los informes técnicos para determinar los próximos pasos. No obstante, Gozalvo ha insistido en que la historia de este edificio “es un despropósito e irresponsabilidad desde sus inicios”, reiterando que su construcción nunca debió haberse llevado a cabo en una zona de alto riesgo de inundaciones. Con la estructura ahora gravemente dañada, Torrent se enfrenta a un nuevo reto para corregir los errores del pasado y garantizar la seguridad. La demolición del edificio podría representar un coste adicional para las arcas municipales.

Con la historia de este proyecto marcada por la polémica, la gestión ineficaz y la falta de previsión, la destrucción del albergue infantil de la Lloma de Birlet se convierte en una lección sobre la importancia de la planificación urbanística en plena naturaleza y el respeto por el entorno natural.

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