El Ivie alerta: la inversión en infraestructuras hidráulicas cayó un 75% desde 2009
89 municipios afectados por la DANA concentran el 35% de los activos de la provincia
Las lluvias torrenciales revelan la vulnerabilidad de l’Horta Sud: 45% de su población afectada
Un informe publicado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) destaca las graves consecuencias económicas y sociales de la DANA que azotó la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. Las lluvias torrenciales causaron daños masivos a activos privados y públicos, afectando viviendas, comercios, industrias, infraestructuras agrícolas y redes de transporte. Según las estimaciones, las pérdidas totales podrían superar los 17.000 millones de euros, una cifra que excede con creces el impacto reflejado en la caída del PIB de 2024.
El informe, titulado “Alcance económico de la DANA del 29 de octubre en la provincia de Valencia”, pone de manifiesto la vulnerabilidad de una provincia densamente poblada y caracterizada por un uso intensivo del suelo. En los 89 municipios afectados, que representan el 35% de los activos de la provincia (valorados en 85.900 millones de euros), se habría perdido al menos el 20% de su riqueza total. Solo en infraestructuras, el daño se estima en 2.900 millones de euros, según datos del Ministerio de Transportes y la Generalitat Valenciana.
Inversiones hidráulicas: una asignatura pendiente
El Ivie subraya que las consecuencias de la DANA se agravan por la insuficiencia de las infraestructuras hidráulicas, cuya inversión en la provincia de Valencia se redujo un 75% tras la Gran Recesión. De los 200 millones de euros anuales destinados a este tipo de proyectos antes de 2009, se pasó a menos de 50 millones a partir de 2011. Este recorte, prolongado durante más de una década, ha impedido la renovación y ampliación de sistemas esenciales para mitigar inundaciones en un territorio especialmente vulnerable.
La expansión demográfica y la transformación del suelo agrícola en áreas urbanas y productivas han reducido la permeabilidad del terreno, aumentando el riesgo de inundaciones en zonas como l’Horta Sud. En esta comarca, cuya población creció un 200% desde 1960, las pérdidas económicas y sociales son especialmente graves, afectando al 45,5% de sus habitantes.
Impacto en sectores productivos y empleo
La paralización de la actividad económica ha golpeado duramente a la provincia. En los municipios afectados, que concentran el 29,7% del PIB provincial, el empleo industrial, comercial y logístico ha sufrido un impacto considerable. Hasta el 8 de enero de 2025, 30.584 trabajadores han sido incluidos en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), siendo los sectores de hostelería, manufacturas y actividades recreativas los más perjudicados, con tasas de afectación superiores al 30%.
Recomendaciones y estrategias de recuperación
El informe insta a diseñar un plan integral de recuperación, que incluya:
• Incrementar la inversión en infraestructuras hidráulicas para prevenir futuros desastres.
• Implementar sistemas de georreferenciación para un diagnóstico más preciso de los daños.
• Priorizar ayudas directas ágiles y suficientes para las zonas más afectadas.
• Aprovechar la reconstrucción para modernizar el tejido productivo valenciano y fomentar la resiliencia ante eventos climáticos extremos.
El Ivie concluye que la reconstrucción debe combinar inversiones tangibles e intangibles, como la formación de personal especializado y la sensibilización de la ciudadanía frente a emergencias. Además, recalca la necesidad de revisar las prioridades del gasto público para garantizar que la prevención de catástrofes ocupe un lugar destacado en la agenda política.
Un desafío urgente
La DANA del 29 de octubre no solo evidencia las carencias estructurales de la provincia de Valencia, sino que plantea la oportunidad de transformar esta crisis en un punto de inflexión hacia un desarrollo más sostenible y resiliente.