El presidente de la fundación, José Pedro García, y la directora, Charo García, han mostrado las instalaciones en las que atienden a personas con discapacidad
El trabajo que los jóvenes realizan ven salida al mercado a través de la tienda de la fundación
Esta mañana, la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, junto a la concejal de Bienestar Social, Pilar Vilanova, han puesto rumbo hacia Gandia para conocer de primera mano toda la labor que desarrolla la Fundació Espuria. Dicha sociedad trabaja con personas con discapacidad, tanto formándolas, ayudándolas como buscándoles salida laboral. Básicamente, su filosofía es alcanzar el desarrollo completo de la persona con discapacidad potenciando las capacidades y atenuando las discapacidades.
La primera parada ha sido en el polígono industrial de Almussafes, concretamente en la empresa Pincasa, dentro del sector de la automoción, donde tienen empleados a treinta personas con diferentes niveles de discapacidad. Uno de los gerentes ha explicado que están muy contentos con ellos y con su trabajo. También ha expuesto abiertamente que a mucha gente le produce cierto miedo emplear a este colectivo por, sobre todo, desconocimiento, porque luego realmente “son muy cumplidores y trabajan muy bien”. Para este grupo de treinta trabajadores hay cinco monitores que se encargan de dirigirlos y ofrecerles la ayuda que necesiten.
Ya en Gandia, la primera visita ha sido al centro de día de la Fundació Espurna. Allí los jóvenes han recibido la visita con gran entusiasmo y con un almuerzo que ellos mismos habían cocinado en el taller de cocina. De la mano del presidente de la Fundació Espurna, José Pedro García, y de la directora, Charo García, la alcaldesa y la concejal, han recorrido las instalaciones. La seña de identidad que aunaba todo era el trencadís presente en las cocinas y baños de las ocho habitaciones y en diferentes áreas comunes. La fachada del edificio también es reconocible por estar confeccionada con este estilo de arquitectura modernista.
A continuación la visita se ha ampliado al centro ocupacional, donde los jóvenes se encontraban realizando diferentes tareas. Por una parte unos se encargaban de montar embalajes para botellas de vino, encomienda de una firma vinícola; otros pintaban figuras de arcilla y las envolvían; había también un apartado de prensa en el que unos cuantos se dedicaban a redactar textos y escoger fotos que ocuparían la portada de la web de la fundación los próximos días. Todos han recibido la visita con gran entusiasmo. Al acercarse Amparo Folgado y Pilar Vilanova, no dudaban en explicar con todo detalle qué es lo que hacían y cómo lo estaban haciendo.
José Pedro García y Charo García iban explicando detalladamente la labor que realiza la fundación con los jóvenes. Talleres, formación, atención psicológica y fisioterapéutica, manualidades… Todo un amplio abanico de actividades que ayudan a estas personas a no caer en un pozo de pasividad. Es una cosa que les motiva mucho; no paran de realizar cosas y además ven como su trabajo tiene salida en el mercado: los broches, trofeos, bolsos y demás manualidades que confeccionan en los diferentes talleres, los comercializan en la tienda de la fundación.
