Lo que debería haber sido un acto de cordialidad y celebración navideña del Ayuntamiento se convirtió en un auténtico episodio de descoordinación y enfrentamiento público para Compromís-Podem-Esquerra Unida. El pasado lunes 22 de diciembre, la alcaldesa y concejales de todos los grupos políticos se reunieron en el tradicional brindis navideño, un evento sencillo en el que PP, VOX, PSOE y Compromís tenían la oportunidad de felicitarse las fiestas y compartir un momento institucional.
Sin embargo, el grupo municipal de Compromís-Podem-EUPV optó por dar un espectáculo lamentable. Su portavoz, Xavier Martí, emitió un comunicado asegurando que el grupo no había asistido al brindis porque “no se pueden cruzar determinadas líneas rojas entre los grupos municipales y después ir a brindar como si no pasara nada”. Un mensaje que pretendía mostrar firmeza, pero que terminó dejando al descubierto una división interna de manual: mientras Martí aseguraba que nadie del grupo estaba presente, la otra concejala de Compromís, María Jesús Herrada, sí participó en el brindis.
El ridículo fue inmediato. El equipo de gobierno formado por PP y VOX respondió enviando a los medios una fotografía de Herrada en el acto, demostrando públicamente que el grupo de Compromís estaba completamente roto y no coordinado ni siquiera en un gesto navideño.
La polémica evidencia que Compromís-Podem-EUPV no solo vive una crisis interna, sino que además es incapaz de mantener una mínima coherencia pública, exponiendo ante los vecinos y los medios un enfrentamiento interno que difícilmente pasará desapercibido.
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