FAMPA-València alerta a la Conselleria que ha recibido la información de muchas AMPA que a estas alturas están preocupadas porque en el suyos centros faltan educadoras para atender al alumnado de necesidades educativas especiales, las aulas CyL y las de 2 años.
Además de la necesidad que se aumente el número de educadores y educadoras por ratio, puesto que cada vez son más las demandas, las plazas de muchos centros educativos no están cubiertas actualmente, lo que está provocando desconcierto en los centros, las familias y lo que es peor que el alumnado con más necesidades no esté atendido como es debido.
“El alumnado con necesidades tiene que ser prioridad para la Administración, el problema no puede ser burocrático y de competencia de administraciones, sin educadores/se no hay inclusión”, explica Rubén Pacheco, presidente de FAMPA-València.
Centros como por ejemplo el CEIP las Palmeras de Canet donde la AMPA denuncia la reducción de horas de una educadora que, desde el inicio de curso, estaba a jornada completa en el centro y que se necesaria todos los días de la semana. Al CEIP Soto Micó de València informan que veinte alumnos tienen necesidad constante de educadora y tan solo disponen de dos educadoras, una de ellas con reducción de jornada que a estas alturas no ha sido cubierta.
El hecho que las educadoras y los educadores especiales dependan de la Consellería de Administración Pública complica la situación y también la falta de recursos. La federación viene denunciando esta situación desde hace muchos años y pide una solución urgente e inmediata para normalizar la escolarización del alumnado, que los procesos administrativos se reduisquen con urgencia y prioridades para poder disponer en los centros del personal necesario.
“Hay que establecer mecanismos extraordinarios de asignación y cobertura de plazas para estas situaciones extraordinarias, esa es la educación de calidad que queremos”, explica Pacheco.
Educadoras más que necesarias al CEE Encarnación de Torrent
El AMPA del CEE Encarnación de Torrent denuncia que el problema de sustitución de educadoras es constante y que a estas alturas no se han cubierto las plazas de tres educadoras en un centro de educación especial donde la figura de la educadora es indispensable para el buen funcionamiento, cura y atención del alumnado.
“Es inadmisible esta problemática en centros donde es vital y necesario para su funcionamiento, exigimos a las Consellerías competentes que den respuesta ya”, concluye Pacheco.
