La situación del Colegio de educación especial es límite por los impagos de Consellería de Educación. Son ya 3 meses de deuda con el centro. Además de los 100.000 euros adeudados del concierto, deben también cerca de 150.000€ correspondientes a los pagos de transporte y comedor.
Ante la falta de respuesta del Consell no se descartan movilizaciones.
Esta circunstancia provoca la asfixia económica para un centro pequeño como este, que, a diferencia de otros centros concertados, no percibe ninguna otra aportación que no sea el concierto educativo. Hace más de 6 meses que el colegio ha registrado retrasos en los pagos que merman la estabilidad laboral y económica de profesionales y proveedores que prestan servicio al colegio.
Esta falta de liquidez ya ha provocado una deuda de 3 meses con proveedores y que los trabajadores del centro no puedan percibir su nómina desde este mes de enero, pero además, impide hacer frente a gastos de material educativo necesario para el día a día de un centro escolar, perjudicando la calidad educativa.
Tal y como afirma el Director en funciones Ricard Artieda “la respuesta de Consellería es poco clara y menos alentadora”. La única noticia es que la orden de pago está dada y el dinero “retenido” en Hacienda, la Conselleria que encabeza Vicent Soler. Pese a que fue comunicado que los pagos del mes de octubre se harían efectivos el pasado mes de enero, no ha sido así.
No obstante, a pesar de las dificultades económicas el centro continúa prestando servicio a los casi 80 usuarios con diversidad funcional y necesidades educativas especiales que acuden cada día al colegio, aunque no se descartan movilizaciones y huelgas si continúan los impagos y la incertidumbre.