El Ayuntamiento de Torrent sigue pagando los delirios socialistas y garantiza la continuidad del parking Juan Carlos I
Ante el abandono de la concesión por parte de la empresa adjudicataria, el consistorio adoptará las medidas sancionadoras necesarias para garantizar el servicio
En el año 2005, el equipo de gobierno del PSOE del Ayuntamiento de Torrent sacó a concurso una licitación para la construcción de un parking en la entrada sur de Torrent, donde finaliza la Avda. Juan Carlos I. Tan solo se presentó la U.T.E. Secopsa-Nagares, a la que se adjudicó la obra que no comenzó hasta pasadas las elecciones de 2007.
Con el cambio de gobierno municipal en 2007, el nuevo equipo de gobierno del Partido Popular tuvo que asumir las modificaciones derivadas del nuevo Código Técnico de la Edificación, motivado por el retraso en el inicio de las obras del parking, así como por la falta de previsión del anterior equipo de gobierno.
Una vez finalizada la construcción, la empresa exigió una subida de precios para poder asumir el coste de la obra dejándola parada durante más de seis meses. Finalmente, se incrementaron los precios a un nivel inferior del exigido por la empresa adjudicataria, la cual ahora pretende abandonar el proyecto.
Desde la creación de la comisión de seguimiento y control del parking a principios del año pasado, el consistorio torrentino siempre ha apoyado a la empresa adjudicataria para conseguir una mayor explotación del parking, pero a pesar de ello, la empresa pretende abandonar la concesión del mismo. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Torrent adoptará las medidas sancionadoras necesarias para garantizar el servicio.
El consistorio continuará dando a los vecinos de Torrent el servicio público que merecen, evitando que el parking quede cerrado.
Se trata de otra de las obras faraónicas puestas en marcha por el anterior gobierno socialista, como fue el caso de Atrium, un proyecto por el que se pensaba construir un gran centro comercial junto a la Ciutat de l’Esport, en la entrada sur del municipio. En este caso la empresa adjudicataria también abandonó el proyecto.