Con la evolución de las excavaciones se ha descubierto que el azud contaba con un nivel más, además de hallarse dos accesos al mismo
La finalidad que se persigue con estos trabajos es restaurar y poner en valor esta estructura, así como dar a conocer el antiguo sistema hidráulico que abasteció al municipio durante siglos
El consistorio torrentino llevará a cabo una investigación que reunirá toda la información sobre los estudios realizados en torno al antiguo entramado hidráulico del municipio
Conforme van avanzando los trabajos de rehabilitación y restauración para recuperar el antiguo azud del Pantano del Barranc de l’Horteta, se va consiguiendo obtener mayor información sobre la presa, que supone la parte central y más importante del antiguo sistema hidráulico de la ciudad. Esta mañana, la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, acompañada por el concejal de Medio Ambiente, José Gozalvo, ha visitado los trabajos, y ha conocido de mano del arqueólogo y del arquitecto del proyecto, en qué fase se encuentran, así como las últimas novedades que se han descubierto.
En las últimas semanas, y debido a las excavaciones que se están realizando en esta zona, han aparecido dos accesos a este Pantano. Por un lado, una rampa construida con piedras y mortero que daba entrada a la parte alta del mismo. Se trata de una construcción que data de finales del siglo XIX, principios del XX, y que hasta el momento se desconocía su existencia pues se encontraba tapada por la acumulación de escombros, tierra, y broza. Por otro lado, unas escaleras, próximas a la urbanización, que cumplían la función de unir la parte baja de la presa con el conjunto de casas más cercanas a este emplazamiento, construida durante la primera mitad del siglo XX, momento en el que los vecinos de Torrent disfrutaban de este lugar como un sitio de ocio y esparcimiento.
Además, como resultado de los trabajos de limpieza, y la retirada de la tierra acumulada durante todos estos años, se ha descubierto que el Azud contaba con un nivel más que hasta el momento se desconocía. Concretamente, se trata de un conjunto de sillares, (piedras rectangulares de grandes dimensiones y muy pesadas), que se encontraban situadas junto a la caseta de distribución, y que todas ellas formaban una continuidad. Actualmente, únicamente se conservan dos, las más próximas a la caseta, a las que se les unirán cuatro más halladas dispersas en el curso natural del barranco que por el efecto de las diferentes riadas que se han producido a lo largo del tiempo, se han desplazado incluso hasta 400 metros desde su ubicación inicial.
“Con el paso de los días se van descubriendo nuevos elementos que desconocíamos hasta el momento, y que gracias a ellos y al trabajo que están desarrollando, tenemos nuevas informaciones sobre esta estructura y sobre su funcionamiento”, ha destacado el concejal de Medio Ambiente, José Gozalvo.
Todo ello quedará reflejado en un estudio que se está llevando a cabo por parte del cronista oficial de Torrent, José Royo, y el archivero y bibliotecario municipal, José Ramón Sanchís. Se trata de una obra de investigación que reunirá toda la información sobre los estudios realizados en torno el conjunto hidráulico del municipio a través del cual se canalizaban las aguas que lograban abastecer a la población, e incluso a la huerta de Torrent.
“Gracias a la labor que desde 2007 hemos llevado a cabo el equipo de Gobierno se ha conseguido recuperar y poner en valor puntos históricos más destacados de la ciudad que permanecían ocultos y abandonados. Esto nos permite conocer cada día más la historia y forma de vida de nuestros antepasados. Entre ellos se encuentra el antiguo entramado hidráulico que durante muchos años permitió distribuir el agua, tanto en las zonas de huerta de la ciudad, como abastecer a la población a través de una acequia que cruzaba todo Torrent”, ha señalado la máxima edil, Amparo Folgado.
Entre las obras de recuperación y documentación del antiguo sistema hidráulico de Torrent, que quedarán reflejadas en este estudio, destacan algunos trabajos como los realizados en 2009, año en el que se realizó la intervención arqueológica de los Arquets de Dalt y en 2011, año en el que se intervino en los Arquets de Baix dejando ambos bienes culturales completamente recuperados.
Además, también se han recuperado las fuentes más emblemáticas del municipio, entre las que destacan la de Manyes, el Clot de Bailón, o la de Sant Lluis Beltrán. Antiguos manantiales alrededor de los cuales los vecinos de la ciudad se reunían para disfrutar de los días de veraneo, y que con la restauración se ha conseguido devolver el esplendor del pasado.