Este fin de semana se realizará el cambio al horario de invierno en España. Durante la madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, a las 3:00 de la madrugada, las manecillas del reloj deberán retrasarse una hora, volviendo a marcar las 2:00. Esto significa que el domingo será un día más largo, con una hora adicional que muchas personas aprovecharán para descansar. El siguiente cambio de horario se realizará en marzo de 2025, cuando se adelante el reloj para volver al horario de verano.
El cambio horario en España tiene una larga historia. Esta medida se implementó por primera vez durante la Primera Guerra Mundial como una manera de ahorrar energía al aprovechar mejor la luz natural. Aunque dejó de aplicarse por un tiempo, fue reinstaurado en 1974, tras la crisis del petróleo, con el objetivo de reducir el consumo energético. Desde entonces, España y otros países europeos han mantenido este sistema de adelantar y retrasar el reloj dos veces al año.
El ajuste de horario genera diversas opiniones y estudios sobre sus efectos en la salud. Para algunas personas, el cambio de hora puede provocar alteraciones en el sueño, fatiga, irritabilidad o dificultad para concentrarse. Estos síntomas suelen durar unos días mientras el cuerpo se adapta al nuevo ritmo, especialmente en personas mayores, niños o aquellos con horarios estrictos de trabajo. Los expertos en salud recomiendan adaptar gradualmente los horarios de sueño en los días previos al cambio para minimizar estos efectos.
A lo largo de los años, el cambio de horario ha suscitado opiniones tanto a favor como en contra. Los defensores de esta medida argumentan que permite un mayor aprovechamiento de la luz natural, lo que conlleva un ahorro energético, además de tener beneficios psicológicos, ya que los días más luminosos en invierno ayudan a combatir la depresión estacional. También se menciona que al tener más luz por la mañana, la seguridad vial mejora.
Por otro lado, quienes se oponen al cambio horario sostienen que el ahorro energético es mínimo en la actualidad, dado que el uso de energía está más relacionado con el consumo electrónico que con la luz natural. Además, destacan los efectos negativos sobre la salud y el bienestar, argumentando que el cambio de hora altera el ritmo biológico natural y causa molestias innecesarias.
El debate sobre la conveniencia del cambio horario sigue abierto, y aunque algunas regiones han propuesto eliminarlo, de momento en España se mantiene esta práctica.