CUANTO MÁS FUERTE CREZCA UNA NIÑA Y MÁS FUERTE SE MANTENGA DE ADULTA, MENOS PROBABILIDADES DE TENER DOLOR DE RODILLAS
“Se me cansan las rodillas, “siento las rodillas”, “se me cargan al subir montañas o escaleras” son frases a las que estamos habituadas y familiarizadas muchas mujeres, a decirlas y a escucharlas de amigas.
Sí, la anatomía de la mujer con pelvis más ancha que el hombre (para poder dar a luz) condiciona la eficiencia mecánica de las rodillas; pero la sociedad y el contexto en el que crecemos añade más posibilidades a que las mujeres tengan más dolor de rodillas que los hombres.
A continuación te contamos 5 cosas que te gustaría saber para reducir las posibilidades de dolor de rodilla en mujeres, tanto si eres mujer, como si eres hombre y tienes hijas, hermanas o amigas.
- LAS NIÑAS HACEN MENOS ACTIVIDAD FÍSICA QUE LOS NIÑOS.
La cantidad de actividad física que hacemos durante nuestro crecimiento condiciona, entre otras muchas cosas, la fuerza de nuestra musculatura en edad adulta.
En la actualidad, las niñas españolas de entre 7 y 11 años hacen menos cantidad física y de manera menos intensa que los niños (Pérez-Suárez 2020). Ello significa que crecemos menos fuertes, no solo porque tengamos menos testosterona biológicamente, y esto puede condicionar a aumentar las probabilidades de tener dolor de rodilla.
- LAS NIÑAS HACEN MENOS DEPORTES DE FUERZA QUE LOS NIÑOS.
Las niñas españolas de entre 7 y 11 años realizan deportes relacionados con danza, gimnasia rítmica, patinaje y deportes de agua, y los niños fútbol, deportes de lucha, de raqueta y balonmano (Pérez-Suárez 2020).
Si las niñas crecen realizando tanto más deportes de fuerza, como entrenamiento de fuerza específico, desarrollarán más musculatura en su tronco y piernas.
Esto ayudará a que el movimiento de sus piernas sea más eficiente y, en el caso de que tengan una anatomía que le pueda llevar a notar las rodillas, estar fuerte reducirá estas posibilidades.
- “CRUZA LAS PIERNAS PARA PARECER UNA SEÑORITA”
Según la forma de pelvis y caderas de cada persona, esta puede encontrarse cómoda sentándose con las piernas cruzadas. Sin embargo, otras veces, el contexto social nos lleva como mujeres a cruzarlas para parecer más femeninas.
Por otra parte, la forma y tamaño de rótula que tengamos puede hacer que esta posición mantenida acabe doliendo.
Fácil, siéntate como quieras y estés más cómoda, pero si es con las piernas cruzadas y sueles notar las rodillas, cambia de posición constantemente.
- GESTIÓN DEL USO DE TACONES.
Llevar tacones aumenta la fuerza de reacción que recibe la rótula, uno de los huesos de nuestra rodilla.
Sabiendo esto, si un día hacemos una ruta de montaña con mucha pendiente y esa noche me pongo taconazo, es probable (si eres de las personas que “nota las rodillas”) que al día siguiente notes más las rodillas.
Por ello hacer una gestión coherente del uso de tacones (o menos pendiente en la ruta de montaña o menos tacón esa noche), probablemente baje las posibilidades de que te duelan las rodillas.
- “ANDAR COMO UNA MODELO”
Tener la pelvis más ancha y tener menos fuerza en los grupos musculares de tronco y pelvis, condiciona a andar con más movimiento de pelvis, lo que tradicionalmente se conoce como “andar como una modelo”.
Sin embargo, también en algunos casos el contexto social lleva a las niñas y mujeres a querer andar así para ser más femenina y biomecánicamente esta movimiento aumenta las posibilidades de que las rodillas se quejen.
Con todos estos factores, a pesar de la anatomía y la sociedad, cuanto más fuerte crezca una niña y más fuerte se mantenga de adulta, menos probabilidades de tener dolor de rodilla, y si eres adulta y notas las rodillas además, ¡gestiona tus tacones!
María Herrero Herrero
Fisioterapeuta (n.col. 2538), Readaptadora y Lic. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
EFiR_Estudi de Fisioteràpia i Rendiment (Nº.Lic.Sanitaria 18268)
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