Decenas de niños y niñas gitanas, y sus familias, han cantado y bailado hoy en memoria de la religiosa Gertrudis Rol durante la misa de campaña en acción de gracias por la fundadora del colegio Madre Petra del Vedat de Torrent (Valencia), que falleció el pasado 7 de agosto a los 84 años.
La misa ha tenido lugar en el patio del colegio, presidida por Alberto García Ruiz, actual capellán del Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, que fue director del Apostolado Gitano de la comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española.
Junto al altar ha sido colocada la imagen de la Virgen Gitana, la “Majarí Calí”, y una fotografía de la madre Gertrudis, rodeada de flores.
Antes de la misa, que se ha celebrado el día en que la madre Gertrudis hubiera cumplido 85 años, Francisco Nemesio, secretario de la Asociación Juan Pablo II Gitanos y Marginados, ha leído una carta del vicepresidente de la asociación, Antonio Silva, colaborador de la madre Gertrudis desde 1969, en la que ha recordado cómo la conoció “dando clases a unos niños bajo un árbol y cómo, poco a poco, se hizo amiga de los pequeños y se convirtió en una familiar para las madres”.
Por su lado, el sacerdote Alberto García ha destacado, durante la homilía, “la suerte de haber convivido y compartido tantos momentos con la madre Gertrudis, que está con nosotros, no nos abandona y nos sigue ayudando desde el cielo” y ha subrayado que “su gran obsequio ha sido su confianza en Dios y su amor a la Majarí Calí”.
Además, en el homenaje de esta tarde han tomado parte religiosas de la congregación a la que pertenecía la fundadora, Madres Desamparados y San José de la Montaña, toda la comunidad educativa, el secretario autonómico de Sanidad, Luis Ibáñez, y representantes del Ayuntamiento de Torrent.
El colegio Madre Petra de Torrent empezó en septiembre pasado el curso escolar, con una veintena de alumnos nuevos y cerca de 200 estudiantes en total, en su mayoría gitanos, procedentes de Torrent y de la ciudad de Valencia así como de localidades próximas como Xirivella, Aldaia y Alaquàs, y también otros niños, hijos de inmigrantes, nacidos en Bolivia, Ecuador o Rumanía, entre otros países.
Igualmente, los responsables de la asociación y del colegio han decidido mantener intacto también, en recuerdo de la madre Gertrudis, su despacho en el colegio, tal y como lo dejó el último día que acudió, en la víspera de su muerte.