Ayer, haciendo zapping por este elenco de programas prime time del lunes noche que se aglutinan en nuestras televisiones, me topé con el programa Societat Anónima de RTVV. La temática de este era ayer sobre gangas, chollos, oportunidades de todo tipo que aparecen con la crisis económica que nubla nuestro día a día, como por ejemplo acudir a una clínica de podología donde comienzan y hacen prácticas estudiantes de dicha carrera, o como conseguir una multitud de objetos «de gorra» aprovechando el momento de darlos a conocer al consumidor donde las marcas los distribuyen a diversas personas para que los publiciten.
Pero la oferta, oportunidad, chollo que mas me llamó la atención fue la que gira en torno a la pagina web www.homeexchange.com, donde alrededor de 50.000 familias ofertan sus casas de todas partes del mundo para intercambiar estas con otras familias y aprovechar para darse así unas vacaciones low cost. Mediante esta pagina, donde tienes tres opciones de inscripción (una de ellas gratuita), localizas una casa en cualquier lugar del mundo que te agrade y contactas con sus dueños para ver si estos también están de acuerdo, y de ahí tu puedes ir a pasar unos días a su casa, mientras ellos van esos mismos a la tuya, o los recibes en tu casa estando tu en ella, y en otra fecha tu visitas la suya con ellos de anfitriones. La pagina web también nos propone que no solo se pueden hacer intercambios entre casas, sino que por ejemplo se han dado intercambios casa-yate o casa-autocaravana.
Esta web es un ejemplo de ideas low cost que surgen del ingenio a raíz de la crisis y me parece una buena opción para las familias españolas de cara a estas vacaciones, ya que el alojamiento por los menos es gratuito. Desde mi humilde opinión, estas son ideas que decantan la balanza hacia una concepción muy positiva de la globalización, y una oportunidad para España de eliminar esa visión que tienen en otros países de nosotros como un país de catetos, atrasados y poco modernizados. Por eso creo que deberíamos probar esta idea para conocer mundo, y no gastándonos mucho dinero, aunque para mi, los veranos y las vacaciones en el pueblo no se cambian por nada, eh, que quede claro!