Basado en el concepto de ‘trueque’ y ‘banco de tiempo’, los participantes ofrecen sus habilidades y destrezas
Una actividad novedosa que fomenta la cooperación entre las personas y la reciprocidad
Clases de idiomas, de apoyo escolar, creación de webs o reparación de ordenadores son algunas de las habilidades que se ofrecen
Se trata de una actividad novedosa y muy apropiada para los tiempos que corren, pues dejando de lado el dinero, los participantes pueden aprender todo tipo de conocimientos. Aquellas personas que están interesadas en participar, sólo tienen que acudir a las instalaciones del CIJ, donde tras realizar una entrevista previa, pasan a ser socios, y automáticamente se ofrecerán sus servicios en la web www.torrentjove.com.
A día de hoy, ya son muchas las personas que están interesadas en participar ofreciendo clases muy variadas y para todos los gustos. Clases de idiomas, lecciones de instrumentos musicales, acompañamiento a personas mayores, colaborar en las tareas del hogar, realizar arreglos domésticos, reparar ordenadores, o crear Webs, son algunas de las que ya se están ofreciendo y están teniendo una gran demanda.
Los interesados únicamente tienen que ponerse en contacto con el personal del Centro de Información Juvenil de Torrent, preguntar por el tipo de servicio por el que está interesado, y ellos les facilitarán el nombre y el teléfono de contacto de las personas que son socias de la Zona de Intercambio y que ofrecen ese servicio. El o la interesada únicamente tendrá que contactar con ellos, y llegar a un acuerdo de horario y lugar de encuentro.
“Es una iniciativa novedosa que está teniendo una gran acogida no sólo entre los torrentinos, sino también entre vecinos de otras localidades limítrofes que están interesándose en colaborar en este proyecto que está abierto a todas las personas, pues todos tenemos conocimientos y habilidades que ofrecer”, ha señalado el concejal de Juventud, Enrique Carratalá.
Uno de los aspectos más interesantes de esta iniciativa, es que la moneda de cambio es el ‘tiempo’, es decir, por cada hora de servicio que preste un socio, conseguirá una hora de crédito para recibir otro servicio que se haya ofertado en la Zona de Intercambio, (ZdI). Las posibilidades son múltiples, pues cada oferente aportará una propuesta diferente. Clases de percusión, de dibujo, de mecánica, de japonés, o un taller de recetas de cocina para sobrevivir, son algunas de las habilidades que se demandan y que, por ahora, buscan voluntarios para ser impartidas.