Torrent en la obra de Cervantes, por Boro Císcar

El 1 de enero de 2016 comenzó el año de Cervantes, conmemorando el cuarto centenario de su muerte. En Torrent no podíamos dejar pasar la oportunidad de recordar la mención, que el más célebre escritor de nuestra lengua de todos los tiempos, hizo a nuestra ciudad. En el libro “La importancia de la vid y el vino en la economía torrentina, su industria de transformación y comercio”, publicado en 2011, recogía dicha mención, pero ahora es el momento de profundizar más en la obra en cuestión donde aparece el nombre de Torrent.

Corría el año 1615 cuando se publicó la obra Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados, Cervantes contaba con sesenta y siete años y apenas un año después fallecería. Dentro de esta obra encontramos la comedia “La entretenida”, cuya composición se estima fue realizada entre 1608 a 1613. Se trata de una obra que tradicionalmente se ha clasificado como comedia de costumbre o de enredo, y donde la acción se desarrolla en dos niveles, el mundo de los señores y el de los criados. 

El argumento de la obra gira en torno a tres intrigas amorosas, su lectura actual es complicada, más cuando se utilizan giros y expresiones de la época que añaden dificultad al entramado amoroso de los personajes, pero intentaré exponerlo de forma sencilla. 

La joven Marcela de Almendárez cree que su hermano Antonio está enamorado de ella, pues le espía y oye unas declaraciones de este que le reafirman este amor incestuoso, pero en realidad él está enamorado de otra Marcela, de apellido Osorio de la que solamente sabemos que su padre, don Pedro, la ha encerrado y nadie sabe dónde se encuentra, este personaje de la segunda Marcela no aparece nunca en la obra. Por otra parte aparece Ambrosio, que también pretende a Marcela Osorio.

El personaje que realmente está enamorado de Marcela de Almendárez es Cardenio, quien consigue entrar en la casa junto a su criado Torrente, y se hace pasar por don Silvestre de Almendárez, un primo de Marcela que tiene que llegar de Perú para casarse con ella. Marcela no siente nada por Cardenio, y al tiempo descubre que su hermano en realidad ama a otra mujer con el mismo nombre que ella.

Antonio consigue que don Pedro Osorio le conceda la mano de su hija, pero el otro pretendiente, Ambrosio, le presenta una confesión escrita de Marcela Osorio donde le confiesa su amor, frente a esta situación el padre de Marcela impide que se case con uno y otro.

Aparece en escena el verdadero Don Silvestre, recién llegado de las Américas, y desenmascara a Cardenio y Torrente, manifestando su intención de casarse con Marcela, pero este matrimonio tampoco puede llevarse a cabo porque el Papa no concede la licencia de matrimonio entre los primos.

Hasta este punto de la comedia se desarrollan las dos primeras intrigas amorosas, que como se ha nombrado anteriormente se desenvuelven en el plano social de los señores, la tercera intriga es la que se desenvuelve entre los criados.

Cristina es el personaje de una fregona cuyo amor aspiran Quiñones, un paje, Ocaña, un lacayo, y Torrente, el criado de Cardenio, ella desea contraer matrimonio de tal forma que ascienda su escala social y deje de ser una simple fregona. Cristina juega con los tres pretendientes, dando y quitando esperanzas que provocan situaciones de celos y malentendidos que desembocan en un enfrentamiento entre ellos. Finalmente se decide por el paje Quiñones, aunque en realidad desea al lacayo Ocaña, para su sorpresa, Quiñones, harto del tal enredo, la rechaza y ella se dirige a Ocaña, quien le contesta que él no recoge lo que arroja un paje. Finalmente el tercer pretendiente, Torrente, tampoco llega a casarse con Cristina, pues fue descubierta la farsa que fingía junto a Cardenio.

Así que la comedia termina sin producirse ninguno de los diez matrimonios posibles, como dice el personaje de Ocaña al final de la obra:

Esto en este cuento pasa:

Los unos por no querer,

Los otros por no poder,

al final ninguno se casa.   

En el universo dramático de la Entretenida las clases sociales se manifiestan paralelamente con problemas y enredos similares dibujando unos personajes mucho más cercanos al mundo real que aquellos que triunfaban en la escena de principios del siglo XVII, además hay que añadir que los parlamentos de los personajes de los criados, a diferencia del de los señores, se extienden dos tercios de la obra. Recordemos el enfrentamiento que mantenían Cervantes y Lope de Vega, el primero pese al éxito y agrado del público conseguido por el Quijote, no consiguió el favor de los dramaturgos y empresarios para estrenar sus Ocho comedias, mientras que Lope no cesaba de cosechar éxitos. A diferencia de las comedias de Lope, en la Entretenida, los personajes manifiestan sus deseos y actúan de una forma más cercana y natural al espectador. La obra es una pieza moderna para su época que, como en otras ocasiones, adelanta al autor  a su tiempo, el final inesperado carente de moralina, y el supuesto acercamiento a un tema tabú como el incesto, la convierten en una comedia innovadora que rasga los estereotipos, convenciones y apariencias de la época.

Después de la exposición de la obra nos podemos preguntar cuál es la relación de Torrent en esta comedia y la intencionalidad del autor de referir nuestro municipio, pues bien, tanto el personaje de Torrente como el de Ocaña se refieren a los vinos de ambas poblaciones.

El primer historiador que recoge la referencia del vino de Torrent en esta obra es Miguel Herrero García en su obra “La vida española del siglo XVII” (1933), posteriormente se hace eco Vicente Beguer Esteve, cronista oficial de Torrent, en varios de sus escritos. Si escrutamos la comedia, en ningún momento aparece la población de Torrent, ni siquiera se nombra directamente el vino de la población, que tanta fama tenía en la época. Otros autores contemporáneos a Cervantes nombran, alaban y critican directamente al vino de Torrent, pero en esta ocasión no hay ninguna referencia explícita. Esto nos puede llevar a pensar que simplemente se trata de dos nombres de personajes sin más relación que la casualidad de llevar dos topónimos, más aun cuando ninguno de los numerosos estudios literarios realizados sobre La Entretenida hace referencia a este hecho. Sin embargo la intencionalidad del autor queda de manifiesto en la obra, ya que Cervantes se refería a los vinos de las dos poblaciones y lógicamente que alguna de las cualidades y esencia de estos quedo plasmada en los personajes.

Antes de entrar en el personaje de Torrente de la obra detengámonos a ver cómo era el Torrent de finales del siglo XVI y principios del XVII, una población donde el cultivo de la vid representaba uno de los mayores sustentos de la población.  

       

Los cabreves existentes en el Archivo Histórico Municipal de Torrent nos aportan la información de  los edificios relacionados con el cultivo de la vid existentes en la población en este periodo. Los “Sellers” o bodegas, donde se elaboraba y guardaba el vino estaban situados en los siguientes puntos de la villa: el la placeta de la Abadía, actual plaza de la Iglesia, enfrente de la casa Abadía, tenía una casa en 1568 el noble Miquel Exarch de Valencia, con un huerto de una hanegada, junto a ésta, y muy cerca un seller de vino. Otros Dos sellers estaban situados en la calle de Ros y en la calle de Mota.

En el documento existente en el Archivo del Reino de Valencia, fechado el 12 de octubre de 1564, referente al arrendamiento de derechos y rentas de la Encomienda, se nombra el seller de la casa del castillo y las botas para almacenarlo:

“Item es estat, avengut y concordat entre les dites parts, que lo dit senior Comanador donara coma b lo present Capitol dona dits arrendadors, lo celler que te en la casa del castell y trenta botes y tres gerres per a posar lo vi que collera durant lo dit arrendament, ab que los dits arrendadors hajen de restituir al dit senior Comandador les dites botes y gerres del modo que les lliurara, si ja per desatre nos trencaven algunes de les dites gerres,…”

En un segundo periodo, de 1592 a 1599, figuran bodegas en la calle Mota, una casa con varios “sellers” en la calle de Santa Ana, una “Porjada ab tres trulls” en la Plaza Mayor y un “seller” en “lo carrer de la hermita”, actual calle Fray Luís Amigó, junto a la casa, bodega y corral de Gaspar Francisco de Valencia.

En el último cuarto de siglo XVII prácticamente se duplican las tierras ocupadas por viñas, llegando al 50% de la superficie cultivada.

A principios del siglo XVII la Villa de Torrent contaba con 420 casas y 1680 habitantes. La producción vitícola, ocupa ya la mitad de la extensión de las tierras del señorío de Torrent y Picanya. Los campos de vid surgirán por doquier, y se convierte en el cultivo que más tierra acapara en la Encomienda. Los agricultores de Torrent empiezan la comercialización del vino aprovechando las nuevas rutas comerciales y la cercanía al importante mercado de Valencia ciudad.

Anteriormente ya se han comentado los sellers y bodegas existentes en la Torre, es a principios de este siglo cuando se empieza a construir “un porxe” donde ubicar las carnicerías y es utilizado el edificio, por los arrendadores de la Encomienda como granero, apareciendo también en los documentos: “las cubas, los toneles, y demás arreos que hay y tiene la Encomienda para vendimiar”. 

La obra de Gaspar Escolano, “Segunda parte de la década primera de la historia de la insigne y coronada ciudad y Reino de Valencia”, se publica en 1611, y en el capítulo II, dedicado a los pueblos y aldeas de la huerta de Valencia, describe al pueblo de Torrent mencionando la calidad de sus vinos:

“Difta Torrente de las dos [Picanya y Vistabella] un buen quarto de legua, y de Valencia más de una entera. Es población grande, de hafta cuatrocientas cafas de Chriftianos viejos, como las dos sobredichas: pero de mucho nombre, atsi por el luitre de fus vecinos, como por la fama de fu vino”

El siglo XVII supone el periodo de gran auge y fama del vino de Torrent. Durante el siglo pasado los vinos de Murviedro habían sido los mejores caldos levantinos que se importaban a las tierras de Castilla, entrando en decadencia con el nuevo siglo y siendo sustituidos por los de Torrent. A mediados de siglo apareció otro vino  valenciano, el de Peralta, similar en calidad y precio al de Torrent, siendo ambos comercializados al mismo tiempo en la capital de España.    

Una vez hemos visto la importancia del cultivo de la vid en el Torrent en la época cervantina, pasaremos a analizar el personaje de Torrente en la comedia La Entretenida.

Tanto Torrente como Ocaña son dos personajes del grupo de más baja condición social de la obra, ambos rompen el espacio escénico convencional de las representaciones cómicas de la época, estableciendo una comunicación con el público de una forma especial, incluso planteando directamente al espectador un acertijo en un momento de la obra, esta conexión acentúa aún más la complicidad entre dos personajes populares que representan la familiaridad de los vinos referidos y su consumo cotidiano por el público presente que estuviera presenciando el espectáculo.

Sin duda uno de los momentos de la representación de la comedia donde se pone de manifiesto la personificación de los vinos es una lucha a garrotazos entre Ocaña y Torrent, se trata de una farsa pero los personajes crean un enfrentamiento, por conseguir el amor de Cristina,  que debe parecer real hasta que ellos mismos lo desmienten. El espectador de la época bien vería reflejada esta riña en la disputa real existente entre la calidad de los dos vinos. No sabemos qué cualidades gozaba el vino de Torrent, pero a tenor de los escritos de otros autores clásicos, encontramos opiniones que lo ensalzan como Jacinto Alonso Malvenda en la obra «Tropezón de la Risa» y «Bureo de las Musas del Turia”, y Alonso de Castillo Solórzano en “La niña de los Embustes”, y por el contrario autores que lo menoscaban, como Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo en su obra “El galán tramposo y pobre”.

Tal vez podemos entrever que Cervantes sitúa al vino de Ocaña en un nivel superior al de Torrent, ya que este personaje es un lacayo y Torrente un ganapán, dentro de su plano social el lacayo era el criado que seguía a su amo, y el ganapán el mozo del trabajo que adquiere su sustento llevando cargas, y transportando lo que le mandan de una parte a otra. Es sabido que Cervantes tenía una especial predilección por los vinos toledanos, en especial por el de Esquivias, población donde residió e incluyó en dos de sus obras referencias a la calidad de sus vinos: “Persiles y Segismunda” y “El coloquio de los perros”.

Otro aspecto a tener en cuenta es el origen del personaje, ya que la acción trascurre en Madrid, aunque en la obra se evita una precisión toponímica, y Torrente, junto a Cardenio, son los únicos personajes que, aunque fingiendo, vienen de otras tierras. El vino de Ocaña, cuyo municipio se encuentra a unos 70 kilómetros de Madrid era por decirlo coloquialmente de la tierra, se agrupaba junto a los vinos toledanos (Yepes, Camarena, Cubas, Esquivias, etc), mientras que los caldos de Levante distaban más de 300 kilómetros.

Los versos 880 a 909 de la obra recogen una relación directa del personaje Torrente y cuatro vinos de la época. Dentro de un dialogo que mantienen don Silvestre, recién llegado de Perú, Muñoz, el escudero de Marcela, y Torrente, el primero le pregunta a Torrente si paso sin dificultad el viejo canal de Bahama en un fingido viaje a España, y este le contesta:

Otra canal yo no siento

que aquesta por do derrama

sus dulces licores Baco.

Y Muñoz interviene posteriormente diciendo:

Es estimado Torrente

de los pilotos más ciertos

   que encierra Guadalcanal,

Alanís, Jerez, Cazalla.

El sustantivo piloto en el siglo XVII se refería al sujeto que bebe mucho vino, y tiene práctico conocimiento de su calidad.

Para cerrar este homenaje literario que nos brindó Cervantes a nuestra ciudad recordaremos uno de los documentos oficiales donde quedó plasmado el  consumo de vino de Torrent en la capital de España en el siglo XVII en los “Libros de Alcaldes de Casa y Corte”. En estos se recogía el gobierno económico y político de la Villa y Corte, quedando reflejados muchos aspectos de la vida cotidiana de Madrid: abastecimientos y precios de productos, establecimientos públicos, mesones y posadas, recaudación de fondos, etc. Las autorizaciones de venta de vino de Torrent en posadas, lugares públicos y casas particulares, aparecen en los libros de diversos años.

Petición de licencia para vender cien arrobas de vino de Torrent en la Plaza Mayor de Madrid.

Libro de Alcaldes de Casa y Corte, año 1666, fol. 316.

“Francisco Yayán, en nombre de Esteban de Muro, vecino de la ciudad de Valencia: Digo que el dicho de mi parte ha traído a esta Corte, cien arrobas de vino de Torrente, el cual necesita de la Sala y postura competente para poderlo vender en la Plaza Mayor, respecto de que en las despensas se está vendiendo a 14 ó 16 cuartos el cuartillo: A V. A. suplico se le de a mi parte dicha postura y licencia para venderlo en la parte señalada: Pido justicia, etc…

Vista la petición, mandaron dar licencia conforme pide en la petición.

Madrid, 1º de diciembre de 1666”

Salvador Císcar Juan

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