La petición de pausa está justificada por la situación social y económica actual, además de que la mayoría de los turistas de interior son valencianos, por lo que se está entorpeciendo la movilidad interior y aumentando la carga impositiva con un pago más
CV Activa, la Asociación de Empresas de Turismo Activo y Ecoturismo de la Comunitat Valenciana, solicita a Les Corts de la Comunitat Valenciana que interrumpa momentáneamente la puesta en marcha de la tasa turística. En las actuales condiciones, el impuesto solo gravaría la movilidad interior, dado que se calcula que la gran mayoría de visitantes de interior son de la propia Comunitat Valenciana y ya pagan impuestos. Por lo tanto, con el panorama de inflación esta tasa revertirá en un menoscabo de las condiciones de los propios ciudadanos valencianos.
Además, esta medida podría reducir el gasto del turista, que se vería afectado con un mayor coste por día y persona. Se añade a esta circunstancia que otros destinos de interior como Murcia o Aragón contarían con una ventaja competitiva con respecto a nuestra comunidad. El sector turístico global lo ha pasado muy mal en la última coyuntura, de la cual no se escapa el turismo activo y el ecoturismo. Venimos de un cierre total por la pandemia, cuyas consecuencias todavía persisten y de la que el sector está comenzando a recuperarse. Ahora se suma la circunstancia de una guerra en el centro de Europa que está afectando gravemente, con un alza generalizada de los precios. Por lo tanto, CV Activa reitera que esta nueva zancadilla pondría en peligro al tejido de pequeñas empresas y autónomos del sector.
Por consiguiente, CV Activa apoya a la plataforma #Noalatasaturística, que está reivindicando un poco de clemencia a nuestros representantes públicos en esta delicada situación. Con medidas como esta se puede dar al traste con la recuperación turística y al nuevo escenario de recuperación postpandemia, ya debilitado por circunstancias internacionales sobrevenidas. De igual forma, la paralización de la medida se concibe como una decisión sensata y coherente, dos rasgos que deben ser inherentes a la condición de representante público.