Torrent vivió ayer uno de los días festivos más importantes de la ciudad, la celebración de Sant Blai. Una de las fiestas con mayor tradición y más antiguas de la capital de l’Horta Sud en la que los más pequeños son los principales protagonistas. Durante la mañana, tuvo lugar la misa donde se bendicen los gaiatos y los vecinos del municipio mojan su cuello con unas gotas de aceite para que el santo les proteja la garganta. Por la tarde, a las 18.00 horas, tuvo lugar la tradicional procesión que dio comienzo en la parroquia de San José. Los clavarios, las clavariesas y los niños del milagro recorrieron las calles hasta la parroquia de San Luís Bertrán donde esperaron la salida del santo, para posteriormente recorrer las calles adyacentes a la ermita.