Se considera respeto a algo o alguien que tiene valor, con un claro termino referido a cuestiones morales y éticas.
La capacidad de respeto que todo ser humano tiene, es un valor innato, que es puro y virtuoso. Por tanto, pretender ganar respeto sin permanecer consciente del propio valor original se convierte en el procedimiento para perderlo y terceras personas por defecto no saben el valor de la palabra. Conocer el valor propio y honrar el valor de los demás es la verdadera manera de ganar respeto, si respeto pides para ti o para quien quieras.
Muchas veces cuando me levanto, salgo a la calle y miro, camino y observo, conduzco y sigo observando, es triste, nuestro comportamiento con todo lo que nos rodea, sigue siendo totalmente irrespetuoso ¿Por que todavía no hemos aprendido a cuidar, amar y contemplar todo lo que existe, con el respeto que todo merece?
A diario escucho aquello “respeta para que te respeten”, cuando la palabra respeto, nos dice muchas cosas y la mencionamos sin comprender lo que significa, en parte por su reciprocidad.
En cualquier sociedad el respeto es necesario, para no herir el valor y la dignidad del ser humano, ya que entonces esto se convierte en una sociedad anarquista y violenta, porque el conflicto se inicia cuando falta ese gran valor, que tanta falta hace.
Si todos respetáramos y cumpliéramos las reglas sociales establecidas, todo sería más favorable para el bien de todos, porque las reglas están hechas para cumplirlas con respeto. Si respetáramos el medio ambiente, se evitarían contaminaciones, si respetáramos las señales de tráfico, se evitarían accidentes, si respetamos y cumplimos con nuestra obligaciones como ciudadanos, gozaríamos de una ciudad limpia y cuidada, Si respetamos a nuestro vecino, como ser humano, como persona, si respetamos las decisiones de un amigo, el derecho individual y social, las cosas no serian tan difíciles. Esta forma de pensar garantizaría el éxito del significado de la palabra, porque la interacción sobre esta base aseguraría que surgiera la bondad esencial del propio ser y de los demás.
Todos tenemos derechos y deberes, y debemos ponerlos en práctica.
Mª Carmen Carpio