La Fiscalía Anticorrupción ha pedido 24 años de prisión para el torrentino José Luis Ábalos por su presunta implicación en la llamada “trama de las mascarillas”, una investigación relacionada con adjudicaciones irregulares durante la pandemia.
Según el escrito presentado ante el Tribunal Supremo, a Ábalos se le imputan varios delitos graves: pertenencia a organización criminal, cohecho, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y malversación.  Además, la Fiscalía exige una multa cercana a los 3,9 millones de euros. 
No está solo en esta petición: para su exasesor, Koldo García, la Fiscalía pide 19,5 años de cárcel por los mismos delitos.  También reclama 7 años de prisión para el empresario Víctor de Aldama, al que se le atribuyen funciones de mediador o comisionista en la red. 
Además de las penas de prisión y la multa, el Ministerio Público solicita que Ábalos y García indemnicen a dos empresas públicas: Ineco (34.477,86 €) y Tragsatec (9.500,54 €).  También pide que se decomisen al menos 430.298 €, que considera beneficios ilícitos conseguidos a través de la trama. 
La Fiscalía Anticorrupción ha pedido además una revisión de las medidas cautelares que pesan sobre Ábalos y García. Actualmente, ambos no pueden salir del país, tienen retirada la pasaporte y deben firmar cada quince días en sede judicial. 
En su escrito, la fiscalía describe cómo durante la pandemia se habrían adjudicado contratos de mascarillas a empresas vinculadas a los investigados, aprovechando la urgencia sanitaria para sortear controles normales. 
Para muchos en Torrent, este caso golpea de cerca. Ábalos no solo fue una figura política nacional, sino también un torrentino y muy vinculado al exalcalde Jesús Ros y el PSPV local. Si las acusaciones prosperan, supondría no solo una condena personal muy grave, sino también un golpe reputacional importante para Torrent.
La causa sigue su curso: el Tribunal Supremo deberá decidir si procede abrir juicio oral, tras el escrito de acusación de la Fiscalía. Mientras tanto, toda la atención mediática se ha vuelto hacia Ábalos y su papel durante una de las crisis de corrupción más intensas del país.