Vecinos de la zona han denunciado que “En el descampado detrás del colegio Sant Pasqual se reúnen todos los días grupos de jóvenes que hacen botellón y no recogen absolutamente nada, habiéndose convertido este en un vertedero”.
Una situación peligrosa debido a la actual normativa de la Generalitat Valenciana que prohíbe beber en la calle, realizar botellones y no permite reuniones de más de 6 personas, como medidas para luchar contra la propagación del coronavirus.
Pero también, la situación puede ser peligrosa al acumular basura en solares que pueden ocasionar incendios.