Las restricciones frente a la gravedad de la tercera ola de coronavirus vuelve a romper una vez más al tripartito botánico. Los socialistas apuestan por no incrementar las restricciones ya existentes y la propia consellera de Sanidad, Ana Barceló afirmó que «no es necesario el confinamiento si se cumplen todas las medidas aprobadas» y que comenzaron el pasado 7 de enero a aplicarse. Entre ellas, el cierre de la hostelería a las 17h., la prohibición de fumar en terrazas o el toque de queda a las 22h.
El propio President de la Generalitat afirmó ayer que «de hecho, estamos en un semiconfinamiento» y las restricciones en la Comunitat Valenciana son de las más duras.
Por su parte, Compromís pide el confinamiento de la Comunitat Valenciana en las dos próximas semanas con el cierre de la hostelería, los establecimientos turísticos y de ocio, los centros comerciales y las actividades. Además de adelantar el toque de queda a las 20h.
Mónica Oltra, Vicepresidenta del Consell y de Compromís, se manifestó ayer en esta línea pidiendo un confinamiento en el que sólo se mantuvieran abiertos los colegios y la actividad laboral.
La tercera pata del gobierno valenciano que es Podemos, pide un confinamiento domiciliario como el de marzo.
Una división en el gobierno autonómico de la Comunitat Valenciana que ha criticado la síndica popular, Isabel Bonig, quien ha afirmado que los ciudadanos necesitan certezas por parte de su gobierno y no que cada conseller o cada integrante del mismo pida unas restricciones diferentes.
Además, Bonig ha lamentado que desde el Consell no se estén ofreciendo los datos reales de los municipios ni a sus propios alcaldes.