La mayoría de las víctimas son extranjeras y lo defraudado ascendería a unos 800.000 euros
Han sido detenidas 20 personas, bloqueadas diversas cuentas bancarias y 70.000 euros, se han realizado cinco registros en Valencia y Madrid e intervenido siete coches y una embarcación
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han desarticulado una organización dedicada a cometer estafas mediante la oferta de alquileres de apartamentos y viviendas, principalmente en las Islas Baleares y Canarias, a través de falsas páginas web que ellos mismos diseñaban. Han sido detenidas 20 personas, mayoritariamente de origen rumano y español, como presuntas autoras de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y organización criminal. Se han realizado cinco registros domiciliarios en Valencia, Torrent, Oliva y Móstoles donde se intervinieron numerosos dispositivos informáticos, teléfonos móviles, diversa documentación, tarjetas bancarias, recibos de ingresos de dinero y de envío de dinero, unos 17.000 euros, siete coches y una embarcación. La mayoría de las víctimas son de países extranjeros y lo defraudado ascendería a los 800.000 euros.
Las investigaciones se iniciaron en agosto al tener conocimiento los agentes que numerosos ciudadanos extranjeros cuando llegaban a las Islas Baleares y Canarias para disfrutar del apartamento o vivienda que previamente habían alquilado a través de Internet, o no existía o bien no había sido alquilada a sus legítimos propietarios.
Creaban falsas páginas web
Los agentes averiguaron que los servidores de las empresas dedicadas a la oferta de servicios vacacionales eran atacados por una organización que alegando que había algún problema técnico en la web de alojamiento, haciéndose pasar por administradores de estas páginas, les solicitaban las claves de acceso. Seguidamente modificaban los anuncios y a partir de ese momento los futuros clientes se pondrían en contacto con ellos.
Durante las investigaciones, los agentes averiguaron que la organización alojaba las páginas webs en servidores de países extranjeros y utilizaban documentación falsa, así como que para conseguir un mejor posicionamiento de sus páginas al parecer compraban los seguidores de éstas y de esta manera los clientes no tenían ninguna duda de la existencia de la misma. Capaban el acceso a dichas páginas desde IP españolas.
Cuando los clientes veían algo que les interesaba, se ponían en contacto con el anunciante a través de correos electrónicos, acordando las condiciones de alquiler, y pagaban por adelantado la totalidad o un tanto por cierto del precio, mediante transferencia internacional a la cuenta bancaria que les indicaban.
Las víctimas, al llegar a España a veces incluso a su llegada al aeropuerto, descubrían que habían sido estafadas puesto que el arrendador no había ido a recogerle como habían pactado, o cuando llegaba a la dirección indicada o bien no había ningún apartamento o el que había nunca había estado en alquiler.
Continuando con las investigaciones, los agentes averiguaron que otra forma de operar era a través de fotografías de viviendas que buscaban en Internet y creaban anuncios en otros portales con precios inferiores a los del mercado.
Organización estructurada y jerarquizada
Los agentes averiguaron que se trataba de una organización perfectamente estructurada y jerarquizada, que contaba con cuatro escalones perfectamente diferenciados.
El escalón superior se encontraba el dirigente de la organización que era la persona encargada de la dirección de la organización y la destinataria del dinero, mientras que en el segundo escalón se encontraba el encargado de controlar a los captores de los muleros, recoger el dinero y entregárselo al primero.
En el tercer escalón se encontraban las personas que se encargaban de captar a los muleros, acompañar a éstos a que abriesen las cuentas bancarias en las que iban a recibir el dinero que luego retirarían, recoger el dinero que sacaban los muleros y entregarlo al escalón superior. Por último el cuarto escalón estaban los muleros, que eran los que a cambio de un porcentaje de dinero, abrían cuentas bancarias a su nombre en las que recibirían las transferencias fraudulentas.
Captación de muleros
Los muleros eran principalmente captados de formas diferentes, bien entre personas que estaban pasando por problemas económicos o bien a través de Internet anunciando ofertas de trabajo como gestores con altos ingresos económicos. El objetivo era que estas personas abriesen cuentas en las que recibirían distintas cantidades en diversos conceptos, a cambio de un porcentaje previamente establecido. Cuando los muleros eran denunciados, la organización los “abandonaba” y captaba a otros.
Como consecuencia de las investigaciones, los agentes detuvieron a los miembros de la organización y han realizado cinco registros domiciliarios en Valencia, Torrent, Oliva y Móstoles donde intervinieron numerosos dispositivos informáticos, teléfonos móviles, diversa documentación, tarjetas bancarias, recibos de ingresos de dinero y de envío de dinero, unos 17.000 euros, siete coches y una embarcación. La mayoría de las víctimas son de países extranjeros y lo defraudado podría ascender a los 800.000 euros.
Han sido bloqueadas las cuentas bancarias de los integrantes de la organización y 70.000 euros.
La operación ha sido desarrollada por agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Valencia, de la UDEV de la Comisaría de Ibiza y el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Requena y la UOPJ de Guardia Civil de Palma de Mallorca.