Jesús Corbí ha tomado posesión como párroco de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora en la eucaristía celebrada este domingo, presidida por el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia y concelebrada por más de cincuenta sacerdotes, entre los que se encontraba D. Manuel Ureña, arzobispo emérito de Zaragoza.
A la celebración han asistido numerosos fieles de Algemesí y de Albaida, poblaciones donde ha ejercido su ministerio D. Jesús, así como miembros de la corporación local y de Algemesí. Al comenzar la celebración se ha leído su nombramiento y D. Jesús ha hecho una manifestación de fe, así como ha renovado sus votos sacerdotales ante el titular de la diócesis, D. Antonio Cañizares. En la celebración de la eucaristía han participado diferentes miembros del consejo de pastoral y de su familia, que también le acompañaban.
Después de la homilía, D. Jesús ha realizado el rito de toma de posesión de los lugares de la celebración, como la pila bautismal, el confesionario, la capilla de la comunión, el campanario y, finalmente, la sede, desde donde ejercerá su ministerio, mientras toda la comunidad rompía en un aplauso.
Al finalizar la celebración, D. Jesús saludó y agradeció enormemente la presencia de dos arzobispos en su entrada en la parroquia, D. Manuel y D. Antonio. También tuvo palabras de agradecimiento para los sacerdotes que concelebraron con él, venidos de Algemesí y de todo el arciprestazgo Beata Josefa Naval Girbés, los sacerdotes de las parroquias de Torrent y miembros de la Hermandad sacerdotal de Torrent, así como del arciprestazgo Mare de Déu del Pòpul y todos aquellos que habían tenido a bien acompañarle. Después de agradecer la presencia de todos ellos, quiso hacer especial mención al diácono Quique Roig a quien el arzobispo ha enviado a nuestra parroquia a ejercer el ministerio del diaconado durante este curso, de la misma manera quiso agradecer a los feligreses de las parroquias de Otos, Palomar, Bélgida, Albaida, Algemesí y Casinos, su pueblo natal, por haber venido a esta celebración tan importante.
A continuación expuso brevemente cuáles van a ser las líneas por las cuales discurrirá su ministerio en la Parroquia: «Quiero que, como me decía un feligrés esta mañana mientras preparábamos la celebración, mi llegada a esta comunidad sea un “tsunami” del Espíritu Santo, que nos diga lo que tenemos que hacer y cómo. Soy consciente de que vengo a una parroquia que es un vivero de fe y vengo muy tranquilo, como le he dicho hace un momento al señor cardenal. Vengo muy tranquilo, pero no quiero que nos conformemos con quedarnos tranquilos con la celebración de la eucaristía dominical, sino que continuemos estando a la escucha del Espíritu Santo para oír lo que nos dice y saber cómo tenemos que vivir.
»En primer lugar, quiero decir que vengo con toda humildad a esta comunidad. No puede ser de otra manera porque soy el último en llegar a este pueblo y a esta parroquia y me gustaría, durante el tiempo que el Señor me conceda estar en esta parroquia, que caminemos juntos. Estamos en un momento de la historia de la Iglesia en Valencia en la que estamos viviendo un Sínodo Diocesano. Sínodo, que quiere decir “caminar juntos” y, como dice el Papa, quiero caminar delante de vosotros como guía; detrás de vosotros, por si alguien se queda rezagado y en medio de vosotros, para ser uno más en la comunidad. Quiero ser el representante de Cristo, que es el Buen Pastor, que es Cabeza, porque va delante, Corazón, porque abraza a todos, y Pies, porque va por detrás. Deseo que caminemos juntos en esta etapa sinodal.
»También quiero, en segundo lugar, que, en esta etapa de mi ministerio, la Iglesia se rejuvenezca. El papa Francisco ha escrito una carta en la que afirma que Cristo está vivo, por lo que quiero ponerme al servicio de todos los jóvenes para que encuentren en nosotros la ayuda y la compañía necesaria para que sepan que Cristo está vivo.
»Y en tercer lugar quiero afirmar que vengo en disposición de vivir en comunión con el Arciprestazgo y sus sacerdotes. Quiero vivir la fraternidad sacerdotal entre todas las parroquias de Torrent, bajo la protección y el amparo de la Mare de Déu del Pòpul. A ella me acojo para que sea nuestra madre protectora.
»Por último, me gustaría decir, como algún joven me ha preguntado, que me gusta mucho la Liturgia, porque nos ayuda a celebrar vivamente con fe y alegría los sacramentos. A partir de hoy estoy a vuestro servicio, con Jordi y Rafael».
Para finalizar esta jornada de celebración, los asistentes disfrutaron de un sencillo ágape en el colegio de las Religiosas Trinitarias.