La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) detecta, en plena campaña de la declaración de la renta, un incremento sin precedentes por parte del Ministerio de Hacienda de requerimientos fiscales a los agricultores y ganaderos. Esta actuación inusual se ceba en los jóvenes profesionales del sector agrario que tributan en estimación objetiva o módulos, puesto que dichas comprobaciones hacen especial hincapié en las amortizaciones de las inversiones realizadas a medio y largo plazo –cuyas facturas en algunos casos superan los 20 años–como la ampliación de las explotaciones, la compra de maquinaría o la adquisición de plantones.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, lo interpreta como “una nueva muestra de la insensibilidad, la demonización y la persecución del Gobierno hacia el sector agrario. Venimos siendo objeto de una campaña de acoso y derribo a cargo de la Inspección de Trabajo, que no paró ni durante los meses más duros de la pandemia, a pesar de que la grandísima mayoría del campo cumple a rajatabla la normativa laboral. En la actual declaración de la renta el Ministerio de Agricultura ha discriminado más de 140 pueblos valencianos en la rebaja de módulos y aún no ha atendido nuestras demandas. Y ahora, en lugar de facilitar las gestiones para que podamos agilizar las labores a pie de campo, muchos agricultores están dedicando su tiempo a atender la sobrecarga burocrática reclamada por una Administración que no les cree”.
Aguado exige a Hacienda que “informe de manera pública y clara al final de su campaña abusiva de requerimientos fiscales si realmente los agricultores y ganaderos estamos haciendo las cosas en regla. Queremos que digan el grado de cumplimiento que verifica el Gobierno en nuestro colectivo, porque estamos seguros que es mucho más elevado del que esperan algunos políticos que no conocen la realidad del campo”.