El pasado 24 de junio de 2016 fue el último día que abrió sus puertas la Escuela Infantil de la Parroquia del Buen Consejo, una guardería de 61 años de historia pero que los años de la crisis económica, la disminución de la natalidad en el barrio, la apertura de nuevas guarderías y la reducción de las subvenciones por parte de consellería, han hecho que no pueda continuar con su labor social en el barrio.
Según nos cuenta D. Amadeo Roma, el párroco, abrió sus puertas en 1955 junto a un centro de catequesis de la parroquia de la Asunción -todavía no existía la parroquia del Buen Consejo-. Adelantados a su tiempo, «la guardería abrió para que las madres de barrio pudieran trabajar y sus hijos poder formarse hasta comenzar la educación reglada». Desde el año 1965 la guardería estuvo atendida por las Religiosas Operarias Catequistas y Voluntarias. Estas monjas llegaron a vivir allí.
Por tanto, ha sido siempre una obra social de a Iglesia en Torrent. En 1973, D. Salvador Biosca se hizo cargo de la nueva Parroquia del Buen Consejo y la Escuela Infantil pasó a ser parte de la parroquia. En 1974 el Ministerio le otrogó la calificación de «Guardería Laboral».
Ya en 1977 se iniciaron las obras de unas nuevas instalaciones que se acabaron en 1979. El Centro llegó a contar con 148 niños y niñas de hasta 6 años en los mejores años.
En el año 2002, la Consellería convirtió la Guardería en un Centro de Educación Infantil de 1r Ciclo y al año siguiente comenzó a estar subvencionada por la Generalitat, siendo uno de los primeros centros subvencionados de Torrent, con 5 aulas y una capacidad de 74 alumnos.
Según informa Amadeo a Torrent al Día, «hasta el año 2012 el centro estuvo al 100% de su capacidad, llegando a tener una lista de espera igual al número de plazas disponibles». También destaca que «muchas madres y abuelas del barrio no se podían creer que no hubiera plaza para sus niños pero es que estaba totalmente completas las aulas».
Ya en el año 2013 comenzó a notarse los efectos de la crisis que sumados a la reducción de subvenciones paulatina, la disminución de la natalidad y la competencia, «poco a poco ha ido menguando la matriculación de alumnos hasta este mismo año que solo habían 3 padres interesados».
El centro cuenta con una cocina nueva, y cumple todas las normativas y medidas de seguridad para seguir en funcionamiento. Además cuenta con un 
comedor muy grande. D. Amadeo afirma que «el centro está ahí en perfectas condiciones para su uso como Escuela Infantil».
Cuando le preguntamos acerca del futuro de las instalaciones, D. Amadeo nos cuenta que «lo ideal sería que las instalaciones siguieran cumpliendo una función social para el barrio y para Torrent». No descarta una futura apertura si alguien quisiera hacerse cargo ya que «el sitio está ahí, de momento será para uso de la Parroquia pero está disponible para poder abrirse como guardería».
El proceso del cierre lo ha asumido la parroquia, la Escuela Infantil siempre ha sido sin ánimo de lucro y los beneficios que se han obtenido en los años buenos siempre se han revertido en la mejora de las propias instalaciones. Por eso, «la parroquia ha tenido que asumir las últimas pérdidas» y en el centro estaban trabajando 10 personas.
Preguntado acerca de los sentimientos encontrados en antiguos alumnos, D. Amadeo crre que «el proceso del cierre ha sido comprendido por todos y sobre todo la gente ha entendido que no se podía mantener abierta en esta situación».
El centro cumple en este año sus 61 años de historia, con miles de experiencias vividas durante décadas por voluntarios, profesionales, monitores, monjas, padres, antiguos alumnos, vecinos del barrio y feligreses, una historia que pervivirá en el recuerdo de todos como la guardería del Buen Consejo, que durante seis décadas ha cumplido una función social, ayudando a la conciliación laboral y familiar de las mujeres del barrio.
